El autor analiza las raíces teológicas del liberalismo y de la economía de mercado, y nos brinda una interesante visión acerca de los orígenes y supuestos filosóficos que han dado lugar a la sustitución del ser humano por el individuo y de Dios por el mercado. Para superar esta visión, en la cual la satisfacción de necesidades individuales es absolutamente indiferente a la configuración de la sociedad, Andrés Bilbao propone una aproximación en donde el ser humano sea concebido como ser sociable, y donde se reivindique la política como un proceso de ordenación intencional de las relaciones sociales.